Hace unos días El País, el diario más prestigioso de España publicó una noticia con el siguiente título: “La pandemia llegó del espacio, la peregrina idea de un astrónomo británico, Chandra Wickramasinghe y otros científicos proponen que el nuevo coronavirus llegó a la Tierra en un meteorito que cayó sobre China en octubre”
Tal como era de esperar el diario tomó más a burla la noticia que a una realidad comprobada, aunque admitían que probablemente el Dr. Wickramasinghe se dejó llevar por su entusiasmo en la idea de que la vida simple puede viajar por el espacio. Este investigador de origen Hindú, pero que vive en Inglaterra es conocido por ser un muy buen científico. Pero el virus del Covid19 tiene mucha relación con otros virus ya conocidos en la tierra y nadie duda de que es parte de la evolución natural de estos.
Pero para poner esta idea en contexto, tenemos que buscar un contexto más amplio, vamos a hablar de cómo se originó la vida en la tierra, por ahora no podemos asegurar como fue, pero tenemos ideas y muchas e incluso algunas se están estudiando muy seriamente.
Hay una teoría, la teoría de la panspermia cuya idea se basa en los siguientes postulados:
- Hay vida en todo el universo
- Y no sólo en los planetas, sino además en los meteoritos, cometas, planetoides y en las pequeñas partículas del material interestelar.
- Incluso llegaría a existir vida en los discos protoplanetarios en los cuales se crean los planetas.
- Y en planetas como el nuestro esta vida, continuamente nos está llegando desde el espacio a la superficie de la tierra.
Originalmente la idea de la panspermia viene de Fred Hoyle (astrónomo y escritor de Ciencia Ficción) y del propio Wickramasinghe que trataron explicar los pequeños granos de polvo interestelar que se observan por todo el universo con la idea de que estaban formados por material biológico principalmente bacterias vivas. Ya que las bacterias producirían patrones que serían parecidos a los que se observa sobre la luz de las estrellas oscurecidas por el material interestelar. Hoy sabemos que estos patrones sólo se le parecen pero no son iguales a los observados. Estos dos científicos publicaron en 1979 el libro «Diseases from Space» (Enfermedades del espacio) donde desarrollan esta teoría.
Wickramasinghe consideró que un fragmento del meteorito llamado Songyuan que fue visto 2.000 km al noreste de Wuhan, donde se detectó Covid19 por primera vez, pudo haber caído cerca de esa ciudad llevando la enfermedad.
El término panspermia viene del griego: πᾶν (pan), ‘todo’, y σπέρμα (esperma), ‘semilla’).
Esto es una idea ¿Pero cómo podemos probar si esta situación es posible?
En japón un equipo de astrobiólogos, del proyecto Tanpopo, están estudiando los efectos del ambiente espacial sobre organismos simples. Básicamente quieren entender si los microbios pueden sobrevivir largos períodos de tiempo en el espacio. Y hoy vamos a comentar uno de sus últimos resultados. Este equipo de investigación envió a la estación espacial varias especies de bacterias Deinococcus, las cuales se expusieron al espacio exterior, en el vacío durante 3 años. Para ello los astronautas agregaron un módulo para los experimentos en el exterior de la estación espacial
¿Por qué eligieron estas bacterias? La razón es que estos organismos son conocidos por su resistencia a sufrir daño genético incluso cuando son expuestos a la radiación ultravioleta.
En el mes de agosto del 2020 los astronautas trajeron para estudio el módulo externo y en él las bacterias expuestas al espacio exterior durante más de dos años. Los resultados fueron tan interesantes como inquietantes: Las capas más externas de bacterias habían muerto como resultado del ambiente hostil y las altas dosis de radiación ultravioleta, pero estas capas muertas crearon un manto que protegió a las bacterias más internas, las cuales sobrevivieron.
El estudio encontró que sólo un milímetro de bacterias muertas alcanzan para proteger a las demás hasta 8 años.
Es un punto importante para la teoría de la Panspermia.
Otro punto interesante es que las bacterias del tipo de las Deinococcus se encuentran hasta los 12 km de altura en la atmósfera. Es decir, que si lograran escapar de la tierra sería la propia vida en la tierra la que estaría siendo exportada a todo el sistema solar y quizás con suficiente tiempo llegaría a los sistemas planetarios de las estrellas vecinas, pero esto último es sólo una conjetura.
Si queda en claro, que debemos ser muy cuidadosos en los preparativos de las naves que viajan a otros planetas. Estas pueden llevar “colados” o polizones que podrían encontrar otros lugares para vivir y destruir ecosistemas que no nos pertenecen.
Un podcast con este tema se encuentra en el sitio de ADNciencia, programa de la Radio de la Universidad Nacional de La Plata.