Stephen Hawking anuncia «Starshot», el proyecto para viajar a Alfa Centauri

El pasado 12 de Abril en el observatorio One World de New York, Stephen Hawking y Yuri Milner presentaron un  proyecto llamado «Breakthrough Starshot» que tiene como objetivo el desarrollo de las tecnologías necesarias para llevar a cabo un viaje interestelar. Sí sí, leíste bien, interestelar.  Además, anunciaron que Mark Zuckerberg, el creador de Facebook, se unió al proyecto recientemente.

Un poco de contexto

Este anuncio forma parte del programa «Breakthrough Initiatives» fundado el año pasado por el multimillonario y Físico ruso Yuri Milner, quien quiso retomar aquella pregunta del gran Enrico Fermi: Si el Universo es tan vasto y antiguo, la vida ha tenido tiempo suficiente para desarrollarse en otros lugares, entonces, por qué no hemos encontrado evidencia de ella aún?.

Las primeras iniciativas impulsadas por el programa son:

  • Breakthrough Listen: un programa de $100 millones con el fin de realizar observaciones astronómicas para la detección de señales que den evidencia de vida extraterrestre, algo parecido a SETI pero de mayor escala.
  • Breakthrough message: un concurso de $1 millón para diseñar un mensaje que represente a la Tierra, y promueva la discusión sobre la ética de enviar mensajes a las estrellas.
  • Breakthrough Starshot: un programa de $100 millones a invertirse en investigación e ingeniería para realizar la prueba de concepto de una misión no tripulada hacia la estrella Alfa Centauri.

Por qué viajar a Alfa Centauri, y cómo.

Esta estrella, que en realidad son dos que forman un sistema binario, se encuentra a 4,37 años luz y es la más cercana al Sol, pero aún así esta distancia es incomparablemente mayor que cualquier otra que nuestra especie haya recorrido. La nave espacial más rápida actualmente es la Voyager 1 que fue lanzada en 1977, y se mueve a una velocidad de 29 minutos-luz por año (o 60.000 km/h), o sea que tardaría 80 mil años en llegar a Alfa Centauri.

Para realizar este viaje dentro de una escala de tiempo humana, es necesario un concepto totalmente distinto a todo lo realizado hasta ahora. En la película Interestelar utilizaban agujeros de gusano, algo así como «portales» entre dos regiones del Universo, lo cual sería muy conveniente, pero ni siquiera sabemos si tal cosa puede existir.

Albert Einstein alguna vez imaginó como sería montarse en un rayo de luz, y este experimento mental lo llevó a desarrollar la Teoría Especial de la Relatividad. Casi cien años después, lo que Hawking y Milner plantean es algo parecido, construir una especie de «vela» que funcione a luz en vez de viento, con miles de nano-naves muy livianas y que será impulsada desde la tierra por un conjunto de potentes láseres (ver video). En teoría, de esta forma se podría llegar a un 20% de la velocidad de la luz, reduciendo el tiempo de viaje a solo 20 años. Una vez allá, la nave enviaría información científica sobre el sistema Alfa Centauri, el cual sabemos que tiene al menos un planeta, pero podría haber más.

Es realista el proyecto? Opinión.

Apenas me enteré del anuncio me recordó inmediatamente al proyecto Mars One, que proponía enviar humanos a vivir en Marte en 2023 y establecer una colonia para 2030, todo con tecnologías aún no inventadas y ambiciones tan grandes que caían por su propio peso, como lo terminaron haciendo. La noticia anduvo por los titulares del mundo un buen tiempo y hoy en día es prácticamente historia.

Pero creo que este caso es muy diferente.  Por un lado, por los nombres que están detrás de esto parece que la cosa es seria y en principio la financiación no sería un problema. Por el lado técnico, todo el concepto está basado en tecnologías ya existentes y principalmente descansa en la tendencia histórica de la tecnología a evolucionar muy rápidamente hacia tamaños más pequeños y costos menores, un hecho conocido como la «Ley de Moore»: cada dos años la cantidad de transistores en un procesador se duplica.

Entonces, suponiendo que se desarrollan los láseres suficientemente potentes y precisos, y las «nano-naves» lo suficientemente pequeñas, todavía hay algunas cosas que considerar respecto al viaje. Una de ellas es el polvo interestelar. El espacio entre las estrellas puede parecer vacío, pero está lleno de pequeñas partículas, y cuando uno viaja al 20% de la velocidad de la luz, lo pequeño se vuelve grande, una colisión con una mosca a esa velocidad tendría una energía comparable a la de una bomba nuclear mediana. Por suerte, estas partículas son mucho más pequeñas que una mosca, la nave no solo deberá estar protegida de estas colisiones sino que también tendrán que tener en cuenta la perdida de momento que esto pueda ocasionar. Además está el tema de los rayos cósmicos, la posibilidad remota de chocar con algún cuerpo mayor, porque recordemos que la maniobrabilidad no va a ser una gran característica de la nave, y una larga lista de desafíos a superar.

 

 

 

About the Author

Juan Serrano
Estudiante de astronomía. Probablemente me verán escribiendo sobre exoplanetas, sistema solar y misiones espaciales. contacto: juann.serrano@gmail.com