Planeta 9, mucho más que una posibilidad

Concepción artística del Planeta 9, Wikipedia.
 Orbita de Sedna (en rojo)

Orbita de Sedna (en rojo)

La primera hipótesis de un noveno planeta apareció en 2003, cuando se descubrió el objeto transneptuniano Sedna. Los objetos transneptunianos (o TNO) son, sin más, los que están más allá de la órbita de Neptuno, y hasta el descubrimiento de Sedna todos ellos eran objetos del Cinturón de Kuiper, que es un disco circumestelar que va desde la órbita de Neptuno: 30 Unidades Astronómicas (AU) hasta las 50 AU. Y se pensaba que no había cuerpos más allá, hasta la nube de Oort (2000 AU). Sedna apareció para tirar abajo esta concepción, con una órbita de  500 AU de semieje mayor (distancia promedio al Sol), y una excentricidad de 0.85. Los TNOs suelen tener excentricidades de ese orden que se explican fácilmente por sus interacciones con Neptuno, pero un planeta a la distancia de Sedna no tiene interacciones significativas con ninguno de los planetas gigantes del sistema solar (se dice que está separado del sistema solar), es por eso que Sedna inauguró una nueva clase de objetos, los Sednoides.

 

Cinturón de Kuiper

Cinturón de Kuiper

La órbita de Sedna debería ser circular en teoría, entonces, algo lo tuvo que haber jalado para tener una órbita como la que tiene, en aquel momento se propusieron tres hipótesis: Un planeta del orden del tamaño terrestre mucho más allá de Neptuno, un encuentro cercano entre el Sol y otra estrella en el pasado, y por último interacción con otras estrellas en el cúmulo abierto donde el Sol se habría formado.

Ninguna de estas posibilidades se pudo probar hasta este momento, después de 13 años. Pero en Enero de 2016, y aquí viene la noticia, Mike Brown (co-descubridor de Sedna en 2003) y Konstantin Batygin ambos de CALTECH, California, encontraron las primeras evidencias teóricas fuertes para la existencia del Planeta 9.

El trabajo que hicieron fue planteado como un intento de explicar las alineaciones orbitales observadas en un grupo de 6 TNOs (sus argumentos de perihelio se agrupan alrededor de cierto valor), primero demostraron que la posibilidad de que esta alineación se haya dado por casualidad es de 0.007% y propusieron un origen dinámico debido a la presencia de un planeta perturbador  en las afueras del sistema solar de aproximadamente 10 masas terrestres, excentricidad de 0.6 y un semieje mayor de 700 AU (esto es, casi 23 veces mas lejos que Neptuno en promedio) orbitando en el mismo plano que este grupo pero con distinto argumento de perihelio (no se preocupen por este término, en la imagen se ve bien la diferencia).

 

En amarillo la órbita propuesta del planeta 9, en rosa las órbitas de los 6 TNOs, en violeta la de Sedna.

En amarillo la órbita propuesta del planeta 9, en rosa las órbitas de los 6 TNOs, en violeta la de Sedna. Credito: Caltech/R. Hurt (IPAC)

Brown y Batygin realizaron simulaciones numéricas donde incluyeron la presencia del planeta 9 y los resultados que obtuvieron sobrepasaron todas las expectativas. Encontraron que este modelo no solo explicaba las alineaciones de los 6 cuerpos, sino que además era consistente con la presencia de planetas con órbitas como la de Sedna y la existencia de cuerpos con órbitas perpendiculares de alto semieje mayor, cosa que también se observa en ciertos Centauros. Batygin describió su sorpresa diciendo: “Es como matar dos pájaros de un tiro y ni siquiera darse cuenta de que había un tercer pájaro y matarlo, también». Y estos no fueron los únicos fenómenos considerados «inusuales» que pudieron explicar con este modelo.

En su trabajo, los autores incitan a realizar más estudios para restringir cada vez más la posible ubicación del planeta 9 y poder dar con el más rápido, si es que está ahí. Y ya hubo buenos avances en este sentido. Varios observatorios ya están a la cacería del planeta. Así que, pronto el sistema solar podría volver a tener 9 planetas, lo cual es gracioso porque Brown se adjudica ser el responsable de que a Plutón se le sacara la categoría de planeta. Sin embargo, no hay que olvidarse que esto es, por el momento, solo un buen modelo teórico que se ajusta bien a las observaciones, pero los cuerpos conocidos en esa zona del sistema solar son muy pocos. El descubrimiento de más TNOs más allá del cinturón de Kuiper es clave para continuar testeando esta hipótesis.

Fuentes:

  1. Evidence for a distant giant planet in the solar system. Konstantin Batygin and Michael E. Brown. The Astronomical Journal, 2016.
  2. The Search for Planet Nine – Mike Brown’s blog

About the Author

Juan Serrano
Estudiante de astronomía. Probablemente me verán escribiendo sobre exoplanetas, sistema solar y misiones espaciales. contacto: juann.serrano@gmail.com